ESS

Hoy comienza con la apertura a pleno rendimiento de la planta que Mercedes-Benz  tiene en Vitoria, una etapa importante para el inicio de la recuperación del sector de la automoción en España, tras la crisis sanitaria y económica provocada por el covid-19. Aunque según previsiones, no será hasta el último trimestre del año cuando realmente se empiece a notar que el sector deja de convulsionar para tener de nuevo un suave latido.

Esta industria ha sido la única que ha parado en seco su actividad, dejando así a España, en una de las peores situaciones de los países miembros de la U. E. Tras la declaración el pasado 14 de marzo del Estado de Alarma por parte del Gobierno, España quedó sometida a un parón sin comparativas en la historia reciente de nuestro país, recordemos que al cierre de fábricas  hay que añadir el de talleres y concesionarios también. Las consecuencias de esta situación aún están por definir y se preven bastante alarmantes.

Los datos oficiales señalan que en nuestro país, el sector de la automoción supone un 10% de nuestro P.I.B y proporciona empleo a un 9% de la población activa. Ahí es nada…

Las medidas que el gobierno debe tomar para reactivar la economía e impulsar la industria del automóvil, han sido, son y serán determinantes para lograr el éxito. No hablamos solo de los paquetes de ayudas, ampliación de los Erte’s, o aplicar una nueva fiscalidad al automóvil, sino de las condiciones que a cambio, el Estado exija cumplir a las empresas  para obtener esas ayudas.

Si ponemos nuestros ojos sobre Francia, las demandas del gobierno a las empresas que soliciten ayudas se centran, en conseguir una repatriación de parte de la producción, para así lograr una disminución del desempleo provocado por esta crisis y también proseguir con las directrices marcadas por la Unión Europea en cuanto a la reducción de emisiones para este año 2020, realizando una fuerte apuesta por las nuevas formas de movilidad.

Aún no sabemos cómo se van a desarrollar los acontecimientos en los próximos meses en España, lo que es seguro es que hay que tomar medidas fuertes y contundentes para mantener la competitividad en el sector y el empleo que éste genera; Dando apoyo no sólo a las grandes fábricas sino también a todas las Pymes que formamos parte de la cadena de suministro de la automoción en España y que sin duda, somos quien más lo vamos a necesitar.

Esperemos que esas ayudas no se queden en agua de borrajas y que a España no le toque como siempre salir perdiendo frente a la U.E.